Glaucoma

El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo. Es una condición en la cual la presión ocular, también llamada presión intraocular (PIO), se eleva lentamente como resultado del drenaje inapropiado del humor acuoso. Normalmente se produce y se elimina diariamente la misma cantidad de humor acuoso manteniéndose una presión estable. Cuando se retarda el drenaje de dicho humor, aumenta la presión intraocular causando daño en el nervio óptico. La presión ocular se mide en milímetros de mercurio. Por lo general, la presión normal del ojo se considera entre 10 y 20 milímetros de mercurio (mmHg). Una presión fuera de estos rangos, ya sea demasiado baja o bien demasiado alta, puede causar daños a la visión.
¿Cómo ve una persona con glaucoma?

Anteriormente se pensaba que sólo la presión intraocular elevada era la causa principal del daño en el nervio óptico. Ahora se sabe que aún personas que tienen una presión normal pueden experimentar pérdidas en el campo visual debido al Glaucoma.
La mayoría de las personas que tienen glaucoma no notan síntoma alguno hasta que comienzan a tener pérdida en el campo visual. A medida que las fibras de los nervios ópticos se dañan, puntos ciegos pequeños pueden comenzar a desarrollarse, usualmente en la visión del lado o periférica. Muchas personas no notan los puntos ciegos hasta que un daño significativo del nervio óptico ha ocurrido. Si todo el nervio óptico se destruye, el resultado es la ceguera.
Un tipo de glaucoma, el glaucoma de ángulo cerrado, produce síntomas notorios ya que hay una acumulación rápida de presión en el ojo. Los siguientes son los síntomas más comunes de este tipo de glaucoma. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
- El campo visual se vuelve borroso o estrecho
- Dolor severo en el ojo, o los ojos
- Aureolas (que pueden ser en forma de arco iris)
- Luces
- Náuseas
- Vómito
- Dolor de cabeza